El grupo Meridian a través de Logística y Servicios Marítimos SA, se mantiene fuerte en sus diferentes servicios a los buques. En particular LSM se enfoca en la operación de remolcadores operando dos equipos en el up river, el “Nicole S” y el “Forjador”, con potencia suficiente tanto para el servicio de remolque tradicional como para encarar las tareas de salvataje. Los remolcadores asimutales cumplen con todos los requerimientos que exigen la PNA y los clientes. Están basados en Villa Constitución y se mueven de norte a sur en el área, atendiendo a los clientes que ya venían trabajo con LSM, tanto líneas como cargadores en el río, entre Ramallo y Timbúes.
Recordamos que LSM fue fundada a principios del 2008 por un grupo de profesionales con más de 30 años de experiencia en shipping. Además de remolcadores y supply; cuenta con equipamiento para operaciones STS en todas las zonas de alijo del Río de la Plata interior y Exterior; servicios de amarre en el puerto de Buenos Aires; Dock Sud; Escobar, Campana y Bahía Blanca entre otros; servicios de prevención y respuesta para derrames de hidrocarburos; embarcaciones para el traslado de personal, víveres, provisiones y equipamiento; servicios especiales, como batimetría, inspección sub-aqua, mantenimiento de muelles y equipamientos, asesoramiento náutico y reglamentario. Cuenta con staff profesional permanente en sus bases de Buenos Aires y Paraná Inferior que le permite brindar atención a los servicios solicitados por sus clientes en forma rápida y eficaz durante las 24 horas del día.
Sobre el desarrollo de la empresa y del negocio hablamos con Gustavo de la Sota, gerente de LSM. Le señalamos sobre cómo ha mejorado el nivel de remolcadores en los últimos años. Reconoce que hasta hace unos años se podían ver equipos obsoletos en el up river, pero hoy son de buena potencia e importantes, esto es esencial especialmente para las operaciones de salvamento, advierte. En cuanto al trabajo del día a día, señala que hay épocas donde se dan más varaduras, esto se potencia por estos tiempos con la tremenda bajante del río.
De todos modos no es obligatorio el uso de remolcadores en el up river, salvo para los movimientos de cuatro terminales por su posición geográfica. En ese sentido, a partir de algunos incidentes; por cuestiones de seguridad se dio una movida para que esa exigencia se haga extensiva a otras terminales y bajo determinadas condiciones se exija la asistencia de un remolcador. “Creo que el uso del remolcador debe ampliarse más y la navegación podría ser más eficiente. No hay que olvidar que cuando un buque queda varado más allá del costo que representa, genera un serio problema a la seguridad y a la buena navegación, con el riesgo de frenar el movimiento de cargas y con el uso de remolcadores esas varaduras no se producirían”, dice De la Sota.
¿Cómo es la competencia en este mercado? Habitualmente, advierte, se cierran acuerdos operativos entre empresas colegas para hacer más eficiente y maximizar la oferta de equipos y el recorrido. Esto hace que aquél que está mejor posicionado en el río, encare el trabajo de remolque ya que los trayectos son largos con navegaciones que van entre dos a seis horas. Esto no genera el riesgo de que se acuerden tarifas entre las empresas, como se decía que ocurría en el pasado. “En la actividad de los remolcadores hay una competencia abierta, libre y transparente, pero la cooperación entre las empresas es muy buena, el espíritu de competencia no se ve afectado, cada empresa maneja su tarifa y sus números y de hecho han bajado mucho en estos años”, advierte.
Agrega que en up river hay buena oferta de remolcadores. La contratación se hace en forma directa con el owner o con el cargador porque la elección viene directamente desde afuera o con las agencias marítimas, “Para nosotros las agencias marítimas son figuras centrales en esta actividad, trabajar con ellas nos resulta muy cómodo”, dice.
Costos
Como en otros segmentos de la actividad naviera, los remolcadores al trabajar con bandera argentina deben lidiar con más costos, tanto a nivel laboral con cargas muy fuertes en lo impositivo. Si bien De la Sota señala que las exigencias de la PNA son fuertes, son aceptadas porque tienen que ver con la seguridad; pero veamos el ejemplo del costo del combustible, donde es ridículo que los buques de bandera argentina tengan que pagarlo igual que un auto en el surtidor; cuando en el tráfico fluvial, los remolcadores paraguayos cargan aquí y no tienen esa carga impositiva. Otro de los problemas que enfrentan los remolcadores en el up river es que hay pocos lugares para amarrar en las terminales, lo que hace que los amarres tenga un costo elevado y en muchos casos hay que terminar haciéndolo “en las islas” donde se da un riesgo en seguridad y un problema en el mismo sentido para el personal.
Recordamos que el amarre de los remolcadores en las terminales se cobra como si fuera cualquier otro barco, cuando se trata de un servicio que están ofreciendo el puerto y que lo posiciona mejor.
En cuanto al tráfico y la navegación por el río, De la Sota señala que está bien organizado, con sus zonas de espera, tumbado, etc. “es un rio noble, limpio y que salvo en algunas zonas se autodraga, así que se ha convertido en una autopista fluvio marítima”, dice. En cuanto a los cambios institucionales que se vienen pensando en el marco de la hidrovía, señaló que espera que se definan positivamente de forma de despejar la incertidumbre actual.
Además de los remolcadores “Nicole S” y “Forjador”, el ejecutivo señala que LMS quiere fortalecerse con más unidades, siempre para avanzar en servicios en el up river. “La empresa tanto en el servicio de remolcadores, como de lanchas y amarre y desamarre brinda un servicio integral, transparente y eficiente, con tarifas conocidas por el mercado, En Logística y Servicios Marítimos queremos expandirnos en todo lo que tenga que ver con servicios a los buques y ser una muy buena alternativa para las navieras, cargadores y terrminales”, finaliza.
Nota extraída de la Revista Megatrade Octubre 2020